Autor Rafael Duque Naranjo
Jesús María Correa, haciendo también las veces de comunicador de la época dio a conocer un mensaje redactado por él en el cual se invitaba a los moradores de las vecinas poblaciones para que vinieran a poblar las tierras vírgenes de San Luís, haciendo, además, alabanza meritoria de las mismas. Dicho mensaje produce los deseados efectos y comenzaron a llegar colonos provenientes de toda la hoya del Quindío.
Don Carlos Ceballos, hermano de Pompilio, comerciante y practicante empírico de la medicina llegó en 1904 y ya eran numerosas las familias que se encontraban radicadas en el corregimiento.
Según Jesús María García, hijo y hermano de fundadores: “Todos los domingos se reunían las gentes en ésta pequeña callecita a charlar y tomar aguardiente de contrabando, el cual ya era muy abundante, porque lo traían de los lados de “Cuba” y hasta de Montenegro, por cargas……En Noviembre del año de 1904 vino a esta Don Pompilio Ceballos a conocer y trajo negocio de mercancías y las tendió en un pequeño limpio que había en la plaza y fue el primer comerciante que vino a éste pueblo. También vino Don Luís Henao y puso una tienda de abarrotes……En 1905 concluyó Don Heraclio una casa en el “Alto de
Por la misma época, 1904, hizo su arribo procedente de Filandia, Don Rafael Naranjo Cadavid, con su mujer Julia Rosa López y sus hijos Helena, Pastora, Julia, Elisa, Carlos, Jesús María, Aquileo, Alicia y Soledad. Posteriormente nacerían ya en Sevilla: Inés, Leonisa, Delio y Belisa. Don Rafael se ubicó en el “Alto de
“En una finca llamada
Distribución de Predios
Los colonos que llegaron a estas tierras vivieron en parcelas de desmonte y tenían que establecer su sustento con base en una agricultura de subsistencia de donde se saca la leña suficiente para cocinar los alimentos y para construir sus casas. La base demográfica empieza a subir y se rompe ésta economía domestica para dar paso a la siembra del café con destino a la exportación; y a la búsqueda de un “punto de encuentro” para fundar una población, donde los colonos puedan ubicar las familias para su educación y crear una élite local que genere movilidad social a través del ejercicio de la política y las relaciones a nivel departamental y nacional.
Los primeros pobladores dejaron un amplio lote en la parte sur del marco de la plaza central para construir inicialmente la capilla y luego dar inicio a la construcción de la iglesia en el sitio que hoy se encuentra. También asignaron en el mismo lugar otro lote para un señor Arbelaez y el de la esquina, donde hoy se encuentra el edificio del Banco Cafetero, fue adjudicado a Don Antonio María Gómez. Hacia la parte oriental del marco de la plaza fueron adjudicados tres lotes así: El primero, donde hoy se encuentra
Consta en el Libro de Registros de
Don Manuel Jaramillo Gaviria se casó en Manizales con doña Florentina Jaramillo Botero en febrero de 1904 y migró con su señora a “Veracruz”, hoy Cuba, municipio de Caicedonia, en ese entonces territorio del recién fundado caserío de San Luis. Los hijos del matrimonio fueron Libardo, Elvia, Melida, Juan, Eustorgio, Hernando, Manuel, Florentina, Noel, Humberto, Amanda, Nydia y María. En dicha zona ya se habían establecido algunos amigos y parientes entre sí, como Hornuldo Mora Jaramillo, Julián Mora Mejía, Pedro Mora Mejía y otros Moras procedentes de Montenegro.
Don Manuel trasladó su familia definitivamente en el año 1918 al perímetro urbano de la recién fundada Sevilla y compró las fincas: “Robachol”, “El Marne”, “Mosul”, “El Brasil”, “
En Sevilla se ubicaron Aseneth, Aristóbulo y Arturo; hermanos de Don Manuel. Aseneth se casó con Don Carlos Ossa Tobón, padres ellos de Alfonso Ossa Jaramillo, quien fue el dirigente liberal más influyente de la población durante los años sesenta y setenta del siglo XX. Aristóbulo casado con Isabel Londoño Gutiérrez y Arturo, el menor, casado con Teresa López Hurtado. Todos ellos, bien posicionados económicamente, conservaron una férrea unión familiar, que aún hoy mantienen sus descendientes.
Continuará........