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18 jun 2010

Los primeros pobladores de Sevilla

Autor Rafael Duque Naranjo


Jesús María Correa, haciendo también las veces de comunicador de la época dio a conocer un mensaje redactado por él en el cual se invitaba a los moradores de las vecinas poblaciones para que vinieran a poblar las tierras vírgenes de San Luís, haciendo, además, alabanza meritoria de las mismas. Dicho mensaje produce los deseados efectos y comenzaron a llegar colonos provenientes de toda la hoya del Quindío.


Don Carlos Ceballos, hermano de Pompilio, comerciante y practicante empírico de la medicina llegó en 1904 y ya eran numerosas las familias que se encontraban radicadas en el corregimiento.


Según Jesús María García, hijo y hermano de fundadores: “Todos los domingos se reunían las gentes en ésta pequeña callecita a charlar y tomar aguardiente de contrabando, el cual ya era muy abundante, porque lo traían de los lados de “Cuba” y hasta de Montenegro, por cargas……En Noviembre del año de 1904 vino a esta Don Pompilio Ceballos a conocer y trajo negocio de mercancías y las tendió en un pequeño limpio que había en la plaza y fue el primer comerciante que vino a éste pueblo. También vino Don Luís Henao y puso una tienda de abarrotes……En 1905 concluyó Don Heraclio una casa en el “Alto de la Cruz” que había sido construida por los señores Ezequiel Cortés y sus hermanos, quienes fueron los primeros aserradores y carpinteros que vinieron a estos lugares. A esta casa se trajo su familia que vivía en “El Paujíl” pero desgraciadamente el día que cambió de residencia le cayó una fiebre a Rita su hija y aunque vino el doctor Tomas Uribe no le valió nada, muriendo a los cinco días de estar enferma”.


Por la misma época, 1904, hizo su arribo procedente de Filandia, Don Rafael Naranjo Cadavid, con su mujer Julia Rosa López y sus hijos Helena, Pastora, Julia, Elisa, Carlos, Jesús María, Aquileo, Alicia y Soledad. Posteriormente nacerían ya en Sevilla: Inés, Leonisa, Delio y Belisa. Don Rafael se ubicó en el “Alto de la Cruz” para después fundarse en el “Alto de Carangal”. En 1905 llegó Don Antonio Naranjo, hermano de Don Rafael y esposo de Matilde Hurtado, la “Matadora de Tigres”, quien según el “Diario” de Don Antonio María Gómez:


“En una finca llamada La Selva en el año de 1910, el señor Antonio Naranjo encontró su pareja con las dotes de mujer que muy contadas le igualan. Es bella, hacendosa, heroína y de corazón sin miedo… A consecuencia del daño que un tigre hacía en la finca de “La Selva” que el señor Naranjo está montando de compañía con un señor Jaramillo, puso una trampa de jaula con un marranito adentro para ver si en ella caía la fiera…resultó que el tigre cayó en la trampa, se lamía y relamía de coraje, dando colazos y rugiendo atrozmente mientras el señor Naranjo se había venido para este pueblo a negocios de la empresa y la señora se quedó en la finca en compañía de una hijita y una hermana…Entonces la señora en vez de asustarse, gritar o hacer algún movimiento de cobardía, coge un rifle, lo calza y llevando más pertrecho le dice a la hermana que va a matar el tigre que está en la trampa. Plum. La fiera pataleo y rodó pero la heroína se cebó en el animal y le disparó dos tiros más hasta que lo mato…. Cuando el señor Naranjo vuelve a la finca le cuentan el caso….. Una sonrisa es el pago que le da a ella y una caricia es el retorno de ella….. El nombre de la heroína es Matilde Hurtado de Naranjo”.


Distribución de Predios

Los colonos que llegaron a estas tierras vivieron en parcelas de desmonte y tenían que establecer su sustento con base en una agricultura de subsistencia de donde se saca la leña suficiente para cocinar los alimentos y para construir sus casas. La base demográfica empieza a subir y se rompe ésta economía domestica para dar paso a la siembra del café con destino a la exportación; y a la búsqueda de un “punto de encuentro” para fundar una población, donde los colonos puedan ubicar las familias para su educación y crear una élite local que genere movilidad social a través del ejercicio de la política y las relaciones a nivel departamental y nacional.


Los primeros pobladores dejaron un amplio lote en la parte sur del marco de la plaza central para construir inicialmente la capilla y luego dar inicio a la construcción de la iglesia en el sitio que hoy se encuentra. También asignaron en el mismo lugar otro lote para un señor Arbelaez y el de la esquina, donde hoy se encuentra el edificio del Banco Cafetero, fue adjudicado a Don Antonio María Gómez. Hacia la parte oriental del marco de la plaza fueron adjudicados tres lotes así: El primero, donde hoy se encuentra la Casa Los Alpes y el Café Vesubio a Don Virgilio Hoyos. El segundo, donde hoy se encuentra el edificio de los Juzgados, a Don Emilio Buitrago. El tercer lote de la esquina donde se encuentra la Discoteca “Moon Rose” fue cedido a Don Manuel Lozano. Hacia la parte norte de la plaza principal en el lugar que hoy ocupa el Palacio Municipal, el lote fue otorgado a Antonina, una negociante activa de la época. El lote del centro fue entregado a uno de los fundadores: Don Antonio Alvaran o Alvarado; y el de la esquina donde se encuentra el edificio de Mario Granada a Servando Rincón. Los adjudicatarios de los tres lotes restantes del marco occidental de la plaza fueron Silverio Torres, Jacinto Ramírez y Vicente Sánchez.


Consta en el Libro de Registros de la Notaría Primera de Sevilla que hacia el año de 1916, según Escritura No. 74, siendo Notario Benigno Gómez, la Junta Pobladora adjudicaba lotes que tenían una dimensión de 20 metros de frente por 40 de fondo, lo que implica que cada manzana de la naciente población constaba de ocho solares y cada solar con un área de 800 metros cuadrados para ser adjudicados por familia.


La Familia Jaramillo

Don Manuel Jaramillo Gaviria se casó en Manizales con doña Florentina Jaramillo Botero en febrero de 1904 y migró con su señora a “Veracruz”, hoy Cuba, municipio de Caicedonia, en ese entonces territorio del recién fundado caserío de San Luis. Los hijos del matrimonio fueron Libardo, Elvia, Melida, Juan, Eustorgio, Hernando, Manuel, Florentina, Noel, Humberto, Amanda, Nydia y María. En dicha zona ya se habían establecido algunos amigos y parientes entre sí, como Hornuldo Mora Jaramillo, Julián Mora Mejía, Pedro Mora Mejía y otros Moras procedentes de Montenegro.


Don Manuel trasladó su familia definitivamente en el año 1918 al perímetro urbano de la recién fundada Sevilla y compró las fincas: “Robachol”, “El Marne”, “Mosul”, “El Brasil”, “La Cascorva” y “El Cafetal”. Era tal el valor y las ansias de surgir económicamente de éstas familias que desde los pueblos cercanos echaban sobre sus espaldas el mercado para subsistir un mes y sus herramientas de trabajo y a pié por entre los guaduales, arrostrando toda clase de peligros, llegaban a trabajar sus “mejoras”. A esta rama pertenece Raúl Jaramillo Jaramillo que ha sido alcalde por dos veces consecutivas, conocedor como ninguno de todas las fincas del sector rural, hombre jovial y apegado al terruño.


En Sevilla se ubicaron Aseneth, Aristóbulo y Arturo; hermanos de Don Manuel. Aseneth se casó con Don Carlos Ossa Tobón, padres ellos de Alfonso Ossa Jaramillo, quien fue el dirigente liberal más influyente de la población durante los años sesenta y setenta del siglo XX. Aristóbulo casado con Isabel Londoño Gutiérrez y Arturo, el menor, casado con Teresa López Hurtado. Todos ellos, bien posicionados económicamente, conservaron una férrea unión familiar, que aún hoy mantienen sus descendientes.


Continuará........

rafaelduquenaranjo@yahoo.es