Roy Barreras, actual presidente del Senado de la República, médico cirujano y sociólogo a nivel de postgrado, es un humanista que hace algunos años publicó “Polvo eres y en polvo te convertirás”, una fascinante novela con el sello editorial de “La Oveja Negra” donde los sucesos increíbles de los carteles del narcotráfico muestran la realidad de los encuentros con el deporte, el amor y la muerte en nuestro Valle del Cauca.
Al respecto dela falsa moral de ahora porque los equipos profesionales de entonces tenían la financiación de los carteles, la novela de Barreras nos trae los siguientes diálogos:
- Esto es lo más grande que hemos comprado. El “América” es nuestro, Iván, todo el equipo, ahora tenemos los mejores jugadores colombianos y vamos a traer argentinos, paraguayos, europeos, los mejores, los que sean necesarios para romper la maldición de Garabato, con billete no hay maldición que valga ni bendición que no llegue, no te imaginas el negocio, un sólo jugador vale más que diez caballos finos juntos y los podes vender, prestar, comprar, coleccionar y tenemos los mejores, hermano, nadie podrá contra nosotros, seremos lo máximo.
- Te acordás cual es el mejor equipo hasta ahora en la historia de este hijueputa país: “Los Millonarios”. El equipo de los ricos bogotanos de siempre, que nos pegaba unas humilladas tenaces en cada partido, ahora verán quienes son los nuevos millonarios, ya los veremos de rodillas en la cancha.
- Usted cree, preguntó Iván a Lucía, que con este collar ella me dirá que sí?
- No lo dude señor, ninguna mujer se resistiría ante semejante belleza.
- Está segura, insistió él.
A ella le pareció que la insistencia sobraba, pero respondió rápidamente.
- Segurísima, a ella le va a fascinar, la va a dejar usted sin palabras.
- Entonces póngaselo – le dijo Iván de un solo golpe, es para usted – y le fijó los ojos en el alma.
Ay Lucía, hiciste la casa como la quisiste, tu casa es la mejor, las columnas, los pisos, los cuadros y los baños. No, si no lo podías creer cuando Iván te regaló ese enchape en el sanitario, para que pongas tu culo de oro sobre el oro, te lo dijo riéndose a carcajadas. Qué detalle tan increíble. Con eso quiso decirte todo lo especial que eres, él no es de palabras pero tiene detalles increíbles. Ay Lucía, un trono para el culo de la reina, muchos años antes de que el buen mocito de Ben Afleck hiciera lo mismo con Jennifer López, y que no digan que todos los hombres son iguales, hay unos más románticos que otros y cada cual lo demuestra como puede.
Por Rafael Duque Naranjo para El Ciudadano