Autor Rafael Duque Naranjo
Desde hace cinco años compre a Movistar un servicio PREPAGO de celular. Todo bien hasta que cometí el error de dejarme constreñir por una funcionaria de Movistar que por el celular me llamó y me ofreció pasar del PREPAGO al POSPAGO por la suma de $15.900 mensuales. Entonces comenzó el martirio, cuando pagué la primera factura, me suspendieron el servicio. Frente a tales circunstancias no volví a marcar llamadas y desde principios del año 2011 conservo apenas 91 horas, 5 minutos y 33 segundos de números marcados.
A la dirección de mi casa llegó una factura de movistar por $33.000. El día 17 de junio de 2011 al recibir el mensaje que dice “Hoy TRIPLICA tus recargas a todo operador”, hice una recarga de $15.000 para que me reconocieran $45.000 y me descontaran $33.000.
Entonces resultó lo increíble: Al consultar el numeral 610 opción 1: Aparezco con una carga de $43.400 y en la opción 3: Aparezco debiendo $33.039. Logré comunicarme con un funcionario de Movistar, un señor Mauricio Casallas y le manifesté que el artículo 182 del Código Penal Colombiano señala “que el que fuera de los casos especialmente previstos como delito constriña a otro a HACER, tolerar u omitir alguna cosa… da de uno a dos años de prisión”. El señor Casallas hizo “justicia” por su propia cuenta, sigo con el servicio suspendido y aprovecho para llamar la atención de todos mis lectores anónimos para que me hagan sus comentarios porque en Sevilla no hay oficinas de Movistar.