Autor Rafael Duque Naranjo
El 24 de junio de 1935 a las tres de la tarde en el aeropuerto “Las Playas” de Medellín arrancó el único avión Ford-31 de la empresa SACOL (Servicio Aéreo Colombiano), piloteado por su propietario, el joven piloto Ernesto Samper Mendoza con Carlos Gardel y su comitiva a bordo, rumbo a la ciudad de Cali donde el cantante de tangos debía presentarse. En segundos el F-31 inició su vuelo en medio del ruido ensordecedor de sus motores y ya a escasos metros de altura, en lugar de continuar derecho en su ascenso, torció fuertemente como tratando de hacer un temerario sobrevuelo sobre el avión de SCADTA, “Ciudad de Manizales”, que se encontraba en tierra con sus motores encendidos al mando del piloto alemán Hans Ulrich Thom esperando el despegue del F-31 para iniciar vuelo a Bogotá. El choque fue impresionante seguido de un incendio que redujo a cenizas a la mayoría de pasajeros y tripulantes de ambas naves.
Samper Mendoza y Ulrihc Thom discutían, peleaban y se insultaban frecuentemente dándole a la competencia comercial entre SACOL y SCADTA un agrio sentido de temeridad irresponsable que se notaba no solamente en el trato personal sino en el manejo del vuelo de las aeronaves.
Cinco días antes de la tragedia en el aeropuerto de “Techo” en Bogotá, Ulrich le dijo a Samper esta frase de escalofriante significado:
- Mira Samper te voy hacer una pasada para que te emociones.
Efectivamente, Ulrihc cumplió su palabra una hora después. Estando el F-31 de Samper, esta vez esperando pista, el avión de Ulrihc levantó vuelo y enfiló sorpresivamente sobre el avión de SACOL al mando de Samper que se encontraba en tierra y le pasó rasante a menos de seis metros de distancia para seguir en vuelo.
Al día siguiente, Ulrihc y Samper, volvieron a encontrarse y Samper ni corto ni perezoso le hizo el reclamo al piloto alemán. Hubo un fuerte conato de pelea que no pasó a mayores porque varias personas intervinieron.
Cuando llegó el día 24 de junio de 1935 Samper quiso meterle a Ulrihc, en el aeropuerto de Medellín, el mismo susto que éste le había proporcionado en Bogotá, pero esta vez el “pasón” terminó en tragedia. El F-31 de Samper hizo un giro de treinta grados totalmente inesperado y se enfiló oblicuamente hacia el “Ciudad de Manizales” de Ulrihc Thom. Pasajeros y tripulantes de ambos aparatos perdieron sus vidas y solo sobrevivieron el guitarrista José María Aguilar y el arreglista José Plaja de la comitiva de Carlos Gardel quien fue la victima principal. También salió ileso el jefe de tráfico de SACOL Grant Flynt quien salió misteriosamente del país para no dar declaraciones. Entre los pasajeros de SCADTA perdió la vida el doctor Estanislao Zuleta Ferrer, padre del gran filósofo del “Elogio de las dificultades”, ya desaparecido, Estanislao Zuleta.
Entre pedazos de metal arrancados de un fuselaje, identificaron a Carlos Gardel, por las únicas dos hojas que quedaron del pasaporte y que se observan en la foto. Carlitos Gardel, el zorzal criollo, había iniciado su viaje a la eternidad. “Fuerza canejo. Sufre y no llores.”