Autor Rafael Duque Naranjo
El Colegio General Santander de Sevilla fue fundado en 1932 por acuerdo del Concejo Municipal y por esos extraños giros del destino manifiesto que solo ocurren en esta montaña cafetera. Parece también que el nacimiento de esta bella y noble institución, de la cual soy ex - alumno y bachiller, fue producto del encuentro fecundo de la naturaleza y la inteligencia a la altura indicada, 1600 metros sobre el nivel del mar, alrededor de un paisaje providente que solo invita a estudiar.
El rector fundador fue don José Joaquín Jaramillo, oriundo de Roldanillo y dueño de un especial sentido orientador de juventudes. Luego en 1933, ocupó la rectoría Pastor Díaz del Castillo y la vice-rectoría Luis Marcial Burbano. Ya para 1934, desempeñó el cargo Tulio Salcedo Dulcey, quien fue contactado en Bogotá por Rogerio Gómez Suárez, Pedro Emilio Gil y otros profesores que viajaron a la capital. Salcedo Dulcey había sido nadie menos que rector del Liceo Celedón de Santa Marta, instituto de vieja data y de gran prestigio nacional.
El cuarto rector del Colegio Santander superó todas las expectativas cuando fue nombrado el doctor José María Velasco Ibarra, ex - presidente del Ecuador, quien llegó a Sevilla en septiembre de 1935 procedente de Quito, después de un golpe de estado que le dieron los militares ecuatorianos el 20 de agosto de 1935. Velasco Ibarra se hizo cargo de la rectoría durante el año lectivo 1935-1936 y el colegio se convirtió en un centro de intensa actividad intelectual y académica que logró despertar las inquietudes de algunos avezados estudiantes de la época como Hugo Toro Echeverri, José Cardona Hoyos, Héctor Abad Gómez y muchos que con el correr del tiempo fueron importantes figuras de la política, la academia y la ciencia.
Terminado el año lectivo Velasco Ibarra regresó a su país natal para continuar la faena política que lo llevó en cuatro ocasiones subsiguientes a la presidencia de la república del Ecuador.
A Velasco Ibarra, lo sucedió en la rectoría del Santander don Jorge Moncayo Guerrero, noble y eminente educador procedente de esas tierras del sur y originario de Pasto, quien importó de los Estados Unidos un moderno gabinete para el estudio de Física y Química, impuso un alto nivel académico en el colegio y se vinculó con Sevilla al contraer matrimonio con Tulia Salazar Naranjo. Moncayo duró cuatro años al frente de la rectoría hasta 1940 cuando la institución deja de llamarse Colegio Público de Varones para convertirse en Colegio General Santander, año en que el Concejo Municipal decide conmemorar el primer centenario de la muerte del hombre de las leyes.