Diego Jaramillo Gómez, cultivador y promotor de Cúrcuma; y Alfonso Sánchez, técnico agropecuario, me convencieron de la importancia de la Cúrcuma como producto de amplio mercado de exportación y de consumo interno.
La cúrcuma es la raíz de una planta de la India utilizada por el hombre desde el año 600 Antes de Cristo como colorante alimentario para el arroz, la carne y diversos platos; condimenta también sopas, salsas, ensaladas, lentejas, huevos, pescados y mariscos.
La harina de cúrcuma tiene un color amarillo intenso característico y además propiedades medicinales antinflamatorias, antioxidantes, antiartríticas y regulatorias de inmunidad contra formas de cáncer tan recurrentes como el carcinoma de mama y el hepatocarcinoma. Existe información circunstancial de que la cúrcuma mejora las condiciones mentales de los adultos mayores no sin antes atribuirle propiedades afrodisíacas. A lo largo de la historia se ha utilizado para colorear partes del cuerpo pero su uso más extendido es el de colorante textil para teñir lana, seda, cuero y papel.
Luis Fernando Miranda Taborda, empresario del Quindío, es un comercializador de la harina de cúrcuma en dicho departamento. Actualmente vende capsulas, tisanas y aceites de esta planta en casi todo el país y en los corredores turísticos. Además el Quindío ya cuenta con 20 productores en 20 plazas y la demanda del producto es creciente.
Relator: rafaelduquenaranjo@yahoo.es Sevilla (Valle) 21 de Noviembre de 2011