Luis Carlos López
nació en Cartagena en 1883 y murió en la misma ciudad en 1950. Apodado “El
Tuerto López”, no era tuerto sino bisojo, portador de un humor amargo y
risueño. Sus poemas de provincia adquirieron audiencia universal porque López
se hundió siempre en lo humano y nunca en lo pintoresco. “A mi ciudad nativa”
es dedicado a su patria chica Cartagena y sus coterráneos le hicieron un
monumento a sus zapatos viejos.
A MI
CIUDAD NATIVA
Noble
rincón de mis abuelos: nada
como
evocar, cruzando callejuelas,
los
tiempos de la cruz y de la espada,
del
ahumado candil y las pajuelas…
Pues ya pasó,
ciudad amurallada,
tu edad
de folletín.. Las carabelas
se fueron para
siempre de tu rada..
¡Ya no
viene el aceite en botijuelas!
fuiste
heroica en los años coloniales,
cuando tus hijos, águilas
caudales,
no eran una caterva de vencejos.
Más hoy,
plena de rancio desaliño,
bien puedes inspirar
ese cariño
que uno
le tiene a sus zapatos viejos.
Rafael Duque Naranjo: rafaelduquenaranjo@yahoo.es