El alcalde de Sevilla, pueblo de
leyendas, consejas, nostalgias, chismes y vetustos caserones, es el Ingeniero
Rafael Andrés Quintero Ceballos y no Rafael Antonio Quintero García, su padre, como lo
dicen algunos malquerientes.
Rafael Antonio Quintero García no es un
político profesional sino un profesional político de centro derecha que disfruta
de su pensión, lejos de aspiraciones y tiene en su haber una brillante página de
gestión.
De otra parte, Rafael Andrés, su hijo, logró
llegar a la alcaldía con un equipo joven de nuevas generaciones.
Muchos hijos de viejos luchadores de la
política sevillana heredaron y malgastaron el legado de sus padres, lo que no
pasó con Rafael Andrés que retomó por cuenta propia las banderas de su padre
como universitario con posgrado, Presidente del Concejo Municipal y ahora como
Alcalde elegido el 30 de octubre de 2011. Así las cosas, Quintero Padre fue
Congresista, Quintero Hijo es Alcalde y Dios no quiera para sus enemigos políticos, si
en los próximos años un Quintero Espíritu Santo llegue también al poder.
La importancia de la administración de
Rafael Andrés reside en el sentido de pertenencia que él tiene por su pueblo,
ya disfrutando de la alegría de sus gentes con regios espectáculos populares,
pavimentando las calles o restaurando las bancas del Parque de La Concordia, se
nota no solamente una mentalidad de servicio social sino un sentido extremo de
querencia por la tierra que lo vio nacer.
Textos y Fotografía: Rafael Duque Naranjo
Sevilla Valle, 25
de Noviembre del 2013.