Rafael Andrés Quintero Ceballos, el joven mandatario popular de Sevilla, revivió la Casa de la Mujer conforme su promesa electoral. El proyecto que hace ocho años fue plenamente implementado por el alcalde Oskar Salazar y que fue desmantelado durante la administración de Gerardo Gómez, adquiere ahora novedosos bríos gracias al empeño de Rafael Andrés de obrar conforme la nueva Ley de la Mujer (1257 de 2008) y de las ejecutorias de su Secretaria de Salud, la doctora María Cristina Jaramillo Leyva quien nos manifestó que las mujeres son portadoras de su independencia personal de género cualquiera sea su etnia, religión, edad, orientación sexual o procedencia rural o urbana.
Igualmente advirtió la Secretaria de Salud que las acciones de alto contenido social que promueve la administración de Quintero Ceballos estarán basadas conforme a la dinámica de los recursos del Plan Nacional de Salud y Saneamiento Básico.
Un nutrido grupo de damas de todos los estratos atendieron la convocatoria de la Alcaldía para gestar la nueva Casa de la Mujer Sevillana, éste sábado 31 de marzo de 2012. Estuvieron también presidiendo la reunión, entre otras, la doctora Amparo Hoyos Peña, ejecutiva de la Cámara de Comercio local y la doctora Marley Cardona, concejala del municipio.
Según reciente encuesta de Napoleón Franco, las mujeres “todoterreno” aspiran a triunfar laboralmente sin descuidar su rol de mamás.
Los resultados de la encuesta de opinión indican que en sus anhelos y aspiraciones, hoy por hoy, la mujer tiene como metas tener éxito profesional (48%), tener dinero (40%), estudiar más (40%) y tener vivienda propia (29%). La principal preocupación de ellas son los hijos (60%) y de los hombres el trabajo (60%).
De otra parte, para los hombres, la prioridad es el dinero (52%) y el éxito profesional (45%).
Dentro del hogar, la mujer se está encargando en un 70% de actividades como cuidar los niños, ser las responsables del aseo, el lavado de la loza y la comida.
Sevilla (Valle) 31 de Marzo de 2012.
Textos y Fotografía: Rafael Duque Naranjo