Autor Rafael Duque Naranjo
“Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay razón para no escuchar a tu corazón”, fueron las palabras de Steve Jobs ante los graduados de la Universidad de Yale.
Steve viajó a la Cuarta Dimensión, aquella estación desconocida y pretendida por algunos locos como yo y por pensadores mamados de vivir en las tres dimensiones ordinarias de la longitud o largo, latitud o ancho, altura o grosor.
Claro está que los planos de la luz no se le pueden explicar a los ciegos, ni a los sordos hablarles de armonía, ni los que no han probado el dulce hablarles del azúcar, ni a los que no entienden la matemática hablarles del razonamiento abstracto.
Steve Jobs a los 21 años de edad mordió la manzana de la sabiduría en el garaje de su casa y la convirtió en “Apple”, la empresa más valiosa de los Estados Unidos.
Los compradores de “Apple” pertenecen a un club exclusivo que no se revuelven con los que usamos el hardware común y corriente. Lisandro Duque Naranjo, uno de ellos, fanático del “Macintosh” de Apple, me dijo alguna vez que estos ordenadores valían tres veces más porque eran los “Mercedes Benz” de los computadores. Silvio Parra Arcila, propietario de “Doble Click”, la sala de internet que frecuento, ilustró de energía viviente la manzana mordida de Steve Jobs.
Howard Stringer, presidente de la “Sony”, dijo: “Steve Jobs, es la estrella cuya luz guió la era digital”, y añadió: “La innovación y la creatividad de Steve inspirará a soñadores y pensadores por generaciones”.
La manzana de Eva fue calumniada enel mitológico cuento aquel del “Génesis” en el Antiguo Testamento porque el paraíso terrenal estaba lleno de manzanos y Dios mandó a Adán y su esposa fructificar y multiplicarse.
La caída de una manzana, esta fruta predestinada y enigmática, hizo que Isaac Newton descubriera la ley de la gravitación universal. Igualmente Newton elaboró el teorema del binomio y descubrió la naturaleza física de los colores.
“HAY UN ASUNTO MAS”
En las ferias de “Appel”, Steve Jobs, después de hechizar la audiencia con sus charlas hablando de innovaciones siempre terminaba diciendo: “Hay un asunto más”.
En el 2001, Jobs lanzó el “iPod” que ofreció “Cien canciones en tu bolsillo”.
Steve Jobs murió un día después que “Appel” presentase la última versión de “iPod”, el “4S”. Adiós Steve, habrá un asunto más.