Autor Rafael Duque Naranjo
Estas fotos fueron tomadas el 10 de enero del año 2011 y en efecto, parece que la carrera 51 del barrio Monserrate de Sevilla Valle entre calles 45 y 44, con aproximadamente 80 metros de pavimento, caerá al vacío por el lado izquierdo de la gráfica.
Por el mismo lado izquierdo, ya se fueron a pique en los últimos 60 días las casas números 44-68, 44-42, 44-48, 44-46, 44-36, 44-22, que se observan en la presente gráfica tomada el día 14 de Noviembre del año 2010, cuyos propietarios sólo quedaron con las escrituras y las “casas en el aire”, esperando que la administración municipal los libere de una vez por todas del impuesto predial. Y aún más, debe indemnizarlos porque fue la oficina de planeación municipal la que permitió semejante despropósito de la CVC.
Los primeros propietarios victimas del error administrativo de la burocracia que sin ningún criterio tecnológico se atrevió a retar las poderosas fuerzas de la naturaleza, son: Sociedad San Vicente de Paúl, Martha Ríos, Sonia Henao; Magnolia Ceballos, la tía del candidato a la alcaldía Rafael Andrés Ceballos, y la señora Elvia Rojas, quien ahora vive con otros que quedaron sin vivienda en el kiosco comunal.
Afortunadamente en toda esta catástrofe segura e imperceptible, como las manecillas de un reloj que andan lentamente sin que nos percatemos, no hay muertos, porque ha prevalecido la inteligencia providente de los sevillanos que ven con antelación cualquier peligro.
Como medida de precaución, ésta sí tomada acertadamente, la Administración Municipal puso canecas para impedir el paso de los vehículos automotores y sólo permitir el tránsito de las personas del vecindario.
La torpeza de la CVC no tiene límites al construir un muro de contención en la mitad de un rodadero, un muro que costó 570 millones de pesos y que fue partido por la naturaleza con la misma sencillez que nosotros partimos un pandeyuca.
Pero el colmo de la improvidencia consiste en pintar para tapar las cisuras con cemento como si estas grieticas no fueran a convertirse en grandes grietas, inmensas hendiduras de tierra abierta en roturas con fuerza de terremoto.
La presente gráfica nos muestra el estado de la calle 45 en dirección oriente – occidente que avanza lenta pero seguramente a tomarse la carrera 51.
En el sentido contrario por la dirección occidente – oriente, la calle 45, se precipitó contra el muro de contención.
Si observamos desde lo último que nos queda de terreno firme de la calle 45 hacia el lado sur, vemos el inmenso vacío de caída de los inmuebles del lado izquierdo de la carrera 51.
Agradezco a Cristina Pérez Tabares el trabajo de diagramación fotográfica.
Cordialmente., rafaelduquenaranjo@yahoo.es