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6 mar 2012

Pintar la casa de Dios en el aire



Harrison y Edison Zapata, dos hermanos sin agüero, ni miedos de vértigo de altura, pintaron la casa de Dios en el aire, nuestra iglesia de ojiva gótica que fue proyectada por el sacerdote Alfonso Zawadsky y cuya construcción se inició en 1933 bajo la dirección de los ingenieros caleños Borrero y Ospina. La obra se terminó en 1937 cuando era párroco el cura bugueño Plinio Guillermo Quintana. Hoy por hoy, el progresista y gentil presbítero Luis Guillermo Parra Jaramillo convocó a sus feligreses para pintar la iglesia.


Hace 50 años Monseñor Víctor Buenaventura Nates, varón probo y de recias virtudes espirituales contrató a Eustorgio Escalante para pintar la iglesia. Escalante era un escalador de escaladuras sin escalofrío, quien aparece en la gráfica antes de caerse de semejante altura cuando desafortunadamente perdió su vida.


En el atardecer de los últimos días de febrero de 2012, Harrison y Edison, cual dos arañitas suspendidas en el espacio, dan pintura a la torre.


La tranquilidad, la serenidad y la audacia de un trabajo a semejante altura, sesenta metros, impone confianza en sí mismo.


Alguna vez inspirado el profesor Oscar Toro Echeverri dijo: “Su torre capital, rizada saeta, abre en el cielo la luminosa flor terminal de sus cuatro lucernas, diríase una girándula en reposo perpetuo”.


Aquí observamos el dominio absoluto de los cables corredizos sujetos al arnés.


………..…. y los galones con pintura atados a la cintura.


Desde el Parque de La Concordia, el “Pez de los Andes” del maestro Omar Rayo y la naturaleza viviente de un árbol contemplan las peripecias del pintor espacial de brocha gorda.


Ya casi a la altura del suelo uno de los operarios termina de pintar la casa de Dios en el aire.



Rafael Duque Naranjo para El Ciudadano
Video, Fotografía y Textos: rafaelduquenaranjo@yahoo.es
Asesoría Cibernética: silvio.parra@hotmail.com