Don Pompilio Ceballos fue Inspector de Policía de San Luis y primer Alcalde de Sevilla, en la foto aparece con sus hermanos: Carlos, primer Presidente del Concejo Municipal, Arsenio, Mercedes y Dina. Mélida Ceballos, hija de Pompilio, le dijo a su papá que llamaran Sevilla al nuevo municipio. Dicho y hecho, don Pompilio le propuso en Cali al doctor Pedro Antonio Molina, Presidente de la Asamblea, el nombre de Sevilla en reemplazo de San Luis y la insinuación fue acogida por la corporación departamental en pleno.
A Mélida le nació el nombre de Sevilla cuando observó por las destapadas calles de San Luis una compañía española y sevillana de parejas gitanas y andaluzas, cantando y bailando con el arrebato ibérico de las castañuelas y el colorido de los trajes y las panderetas.
Sevilla se llamó San Luis desde su fundación en 1903 hasta 1914 cuando se convirtió en municipio mediante Ordenanza No. 26 del 2 de Abril de 1914 “por la cual se crea el municipio de Sevilla”, cuyo artículo segundo reza: “La cabecera del nuevo distrito será el pueblo de San Luis, que en lo sucesivo se llamará Sevilla, lo mismo que el Municipio”.
Algunos años después; Hugo Toro Echeverri, compuso el pasodoble de nuestra tierra, “Mi Sevilla”: “Son de guitarra embrujada, embriaguez de manzanilla, es mi tierra de Sevilla. Sevilla, bella como la de España, alegre como sonrisa gitana. Sevilla, cofrecito de quereres. Para ti nace mi canto. Olé. Mi Sevilla.”
Igualmente, Tocayo Ceballos, hijo de Don Pompilio y hermano de Mélida, sevillano grato y recordado amigo que fue durante los años 50 y 60, el gran humorista y animador de Radio Cadena Nacional y el Teatro de la “Media Torta” en Bogotá, por allá en los años 30 del siglo pasado, encantado de Rosa, una linda campesina sevillana con quien se encontró a orillas del río Popal, compuso el bambuco más conocido e interpretado por todos los colombianos desde hace sesenta años: “Rosalinda”: “Rosa linda es linda rosa / que floreció junto al rio / tan atisbando en sus ojos / los mesmos ojos de un niño / y maduran en su pecho /duraznos recién nacidos / que saben a lo que huelen / los frutos de mi plantío / y le sirven de puntales /pa’ sostenerse el corpiño. (Bis). Dios le quemó las mejillas / con un tizón encendido / y le reventó las moras / de su boquita en el jilo / pa’ que me diera los besos / más sabrosos y sentidos / Rosalinda no me niega / los piquitos que le pido. Y con todas las hilachas / que se topó en mi cariño /hizo pa’ que yo durmiera /en su corazón un nido / que en después sirvió de cuna / caliente y buena pa’l hijo / Rosalinda es linda rosa / que floreció junto al río”.
Sevilla (Valle) 11 de Febrero de 2012. rafaelduquenaranjo@yahoo.es
Asesoría y virtual y foto de la familia Ceballos: silvio.parra@hotmail.com