El maestro pintor y grabador nacido en
Sevilla, Alexander Fierro, con exposiciones en la Galería Arte Magna de Nueva
York, Alianza Colombo Francesa de Manizales y Casa de la Cultura en Florencia
(Caquetá), preocupado por la tala depredadora de la administración municipal
por los arboles del Parque Uribe, hizo de un orillo de araucaria tumbada, toda
una obra de arte con el simbolismo de un ave desplazada y un corazón vegetal y ambiental
partido.
Su época denominada de “Rastros y
Rostros” será objeto de la EXPOSION que se llevará a cabo el próximo viernes 12
de septiembre de 2014 en la CASA DE LA CULTURA DE SEVILLA VALLE a las 7
p.m. La importancia de la obra de éste
artista reside en que sus mejores producciones han sido elaboradas con maestría
y rigor estético en las carreras de la angustia y el desespero intuitivo por
salir al mundo de la luz.
Alexander Fierro pertenece a una
generación de amigos contestatarios que soñaron y sueñan con la abstracción
inteligente del mundo del color, los hechos y las cosas; tales como Alberto
Jaramillo, recientemente fallecido; Oscar A. Aránzazu, Pompilio Barreto, Andrés
Sánchez y Mauricio Navarro.
Fierro tiene en su haber una brillante
hoja académica en la Universidad de Caldas en Manizales donde realizó talleres
de pintura y grabado bajo la dirección del maestro Alberto Betancourt.
Igualmente con el argentino Pablo Obelar estudió la técnica de la Serigrafía y
en el Museo Molí Paper de Barcelona (España)
trabajó el papel hecho a mano con Laureano Baker. Con María Cristina
Moreno en la Universidad de Caldas asistió al Seminario Taller sobre
“Protección del Patrimonio Mueble y Arqueológico”.
Jorge Hernán Maya, crítico español,
señala que la pintura de Alexander Fierro es “interioridad, memoria y nostalgia
de vivencias”.
Textos y Fotografía: Rafael Duque
Naranjo.
6 de Septiembre de 2014.