Para Alejandro Castellar Palma,
Cumbarco, corregimiento de Sevilla (Valle del Cauca) en las montañas andinas,
es una calle inclinada que mide 350 metros y tiene casas a lado y lado. El
final de la calle termina en las orillas del río Barragán que viene bajando
desde el paramo de La Yerbabuena y recibe en sus aguas las cinco quebradas de Cumbarco:
Bombona, Gazapera, El Burro, Mataviejos y Las Damas. Al fondo, como siempre, el
Alto de la Madreselva, guardián imponente del paisaje.
José Luis Jiménez, rector de la
institución educativa de Cumbarco – dice Castellar – ha tenido a bien que los
profesores al reconocer la identidad cultural de la región, orienten a sus
jóvenes estudiantes hacia la defensa del medio ambiente campesino libre de la
contaminación de las ciudades no obstante el cultivo de las coníferas y los
trocos de eucalipto que tiene en la región
la empresa “Cartón de Colombia”.
El rector Jiménez, junto con profesores
y alumnos, está formando un Comité Ecológico para estudiar la problemática del
cultivo de la madera y las incidencias ambientales de éste en la región.
Texto y Fotografía: Rafael Duque
Naranjo.
Cumbarco. Enero del 2014.